Obligado a intercambiar la vida desenfrenada de la ciudad por la soledad del campo, su vida entró en un hiato repentino. Esta transición abrupta llenó el vacío dejado por el ajetreo urbano con la simplicidad de su entorno rural, transformando su percepción y proceso creativo.

Durante esta pausa inesperada, encontró consuelo en la belleza natural que lo rodeaba, particularmente en las flores que adornaban los campos. Fascinado por su belleza efímera, emprendió una búsqueda para capturar y preservar su esencia. Esta búsqueda lo llevó a descubrir el lumen print, una técnica de impresión con luz que captura la silueta de las plantas colocándolas en contacto directo con papel fotosensible.

Intrigado e inspirado, el artista dedicó una parte significativa de los once meses que pasó en el campo experimentando con esta técnica. Trabajó meticulosamente para congelar las plantas en el tiempo, a menudo añadiendo cuerpos u otros elementos para complementar la metáfora visual. Cada impresión se convirtió en una delicada interacción de luz y sombra, capturando no solo la forma física de las plantas sino también la esencia de su viaje introspectivo.

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Esta serie, nacida de su tiempo en el campo, va más allá de ser una mera colección de impresiones; es un reflejo de un período de profunda transformación y adaptación. Las obras son testimonio de una fase en la que el artista, al estar fuera de su elemento habitual, encontró una nueva forma de expresión. Al entrelazar elementos naturales con simbolismo personal, creó un cuerpo de trabajo que explora la belleza de la quietud y el arte de capturar momentos fugaces.

La exposición "Pausa, y el nacimiento de unos lumens" nos invita a reflexionar sobre cómo las interrupciones en la vida pueden conducir a descubrimientos inesperados. En la tranquilidad del campo, lejos del caos de la ciudad, Alex Rispal halló un nuevo medio de expresión y una conexión más profunda con el mundo natural. A través de los lumen prints, inmortalizó lo transitorio, convirtiendo un período de aislamiento en un viaje de conexión con las plantas y las metáforas que estas nos dejan.

Al recorrer esta muestra, el espectador es testigo de cómo la pausa y la introspección pueden dar lugar a un diálogo íntimo entre el ser humano y la naturaleza, revelando la belleza oculta en los momentos de quietud y la magia de lo efímero.

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Texto curatorial        Mark Dean