ALEX RISPAL
ANGUSTIA
/ Ella me observa, todos los días, salta de la cama conmigo, en el espejo vuelve a mirarme, recordándome que sigue ahí, que no se va a ningún lado, que mi cielo no es el cielo sin su infierno y que en el más tranquilo de mis días ella seguirá ahí susurrando ... /
/ Ella me observa, todos los días, salta de la cama conmigo, me mira en el espejo, recordándome que sigue ahí, que no se ha ido, que mi cielo no es el cielo sin su infierno y que en el más tranquilo de mis días ella seguirá ahí, susurrando ... /
Ella es paciente, no tiene prisa, sabe que es la ganadora que siempre lo ha sido, no tiene miedo a la oscuridad porque ella es su principio/
/ Con cada rayo de luz veo cómo se esconde, mas tarde se muestra; y me ciega. /
/ Ella empieza a mostrarse en todas las cosas buenas y malas que me rodean, hasta que me captura, y soy suyo; un vasallo más de su aflicción, un mustio esclavo de su muerte, de su congoja.
/Suyo porque me hace ver que lo es todo; que es pesar, desconsuelo, pena y que incluso en la belleza de la vida, también aparece para esperarme, decirme que ya es hora de irse y de volver a la realidad, por supuesto: la suya, que ahora también es la mía, porque ahora soy tormento, su calma, fundiéndome con ella para siempre, esperando al fin, mi pesar, su alegría, su ansia, su victoria y entonces... mi muerte./